Como en muchas sociedades, el papel era un objeto de lujo, creado a mano y usado sólo para propósitos importantes. Cuando el origami comenzó en Japón, solamente los ricos practicaban este arte. La creación de figuras era una forma de darle un significado especial al papel en uso.
Para las cartas de amor, el origami tenía un doble significado. Primero, la figura en origami en sí misma representa un mensaje. La selección del color y la figura ayuda a plasmar los sentimientos del que escribe la nota. Segundo, el origami es un arte intrincado. Si la nota de amor fuera entregada por un tercero, sería muy difícil que éste desarmara la figura para leer el mensaje en su interior, ya que le costaría mucho trabajo volver a armarla. Así, las notas de amor en origami eran muy seguras, no podían ser leídas por la persona equivocada sin que el otro se enterara.
Desde siempre, el origami ha tenido un lugar especial en ceremonias de gran importancia. Se usaba en nacimientos, casamientos, y funerales para conmemorar la ocación de una forma original y artesanal.
Hoy en día es practicado por cualquiera que tenga interés, desarrollando en intelecto y la creatividad.
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